martes, 21 de febrero de 2017

Comentario de Paula González. Capítulo VI de Misericordia

Comentario fragmento de Misericordia Capítulo VI


    ¿Te conformas con esta vida? 
Con esta pregunta, la señora comienza una triste y dura conversación con Benina, protagonista de la historia.

    Me conformo, porque no está en mi mano el darme otra. Venga todo antes que la muerte, y padezcamos con tal que no falte un pedazo de pan, y pueda uno comérselo con dos salsas muy buenas: el hambre y la esperanza
Benina responde a la triste pregunta de su señora tan positiva como puede, privándola de preocupación hacia ella para evitar que sufra más de lo que debe. Durante su respuesta, la protagonista de la obra realiza una comparación llamativa: compara la esperanza y el hambre con dos salsas. Lo peculiar de ésta es que el hambre, al estar relacionado con la ausencia de comida, siempre será beneficiado con cualquier sustento; al emplear el término de esperanza, se puede apreciar una vez más el espíritu positivo de Benina, la cual siempre espera que las cosas mejoren, como indica en la expresión "venga todo antes que la muerte".
    ¿Y soportas, además de la miseria, la vergüenza, tanta humillación, deber a todo el mundo, no pagar a nadie, vivir de mil enredos, trampas y embustes, no encontrar quien te fíe valor de dos reales, vernos perseguidos de tenderos y vendedores? 
Una vez más se puede contemplar el pésimo espíritu que tiene la señora en comparación con Benina al recordarle la pésima situación en la que viven ambos personajes.
    ¡Vaya si lo soporto!...
Muestra de la actitud positiva de Benina a pesar de la situación, por lo que existe un contraste entre ambas personalidades. 
Cada cual, en esta vida, se defiende como puede. ¡Estaría bueno que nos dejáramos morir de hambre, estando las tiendas tan llenas de cosas de substancia! Eso no: Dios no quiere que a nadie se le enfríe el cielo de la boca por no comer, y cuando no nos da dinero, un suponer, nos da la sutileza del caletre para inventar modos de allegar lo que hace falta, sin robarlo... eso no. Porque yo prometo pagar, y pagaré cuando lo tengamos. Ya saben que somos pobres... que hay formalidad en casa, ya que no haigan otras cosas. ¡Estaría bueno que nos afligiéramos porque los tenderos no cobran estas miserias, sabiendo, como sabemos, que están ricos!... 
Con esta explicación, la protagonista justifica su situación actual como indica al decir ¨sutileza del caletre para inventar modos de allegar lo que hace falta¨  que les da Dios refiriéndose a otros métodos para saciar el hambre. Aunque afirma y asegura que ella no roba para obtener los alimentos con los que se mantienen las dos señoras (ya que el narrador se refiere a Benina como a una señora en capítulos previos) poco después, aunque se trata de una mentira, ya que en capítulos anteriores, la misma protagonista afirmaba sisar en situaciones extremas, ya que sabiendo que la población conocía su situación, y que los tenderos eran ricos, no veía inconveniente si era necesario, por lo que fue despedida de varios trabajos por este mismo motivo como explicó el narrador en capítulos precedentes.

Castañeras, 1901
    Es que tú no tienes vergüenza, Nina; quiero decir, decoro; quiero decir, dignidad. 
Comenta arremetiendo contra los sentimientos de Benina.
    Yo no sé si tengo eso; pero tengo boca y estómago natural, y sé también que Dios me ha puesto en el mundo para que viva, y no para que me deje morir de hambre. Los gorriones, un suponer, ¿tienen vergüenza? ¡Quia!... lo que tienen es pico... Y mirando las cosas como deben mirarse, yo digo que Dios, no tan sólo ha criado la tierra y el mar, sino que son obra suya mismamente las tiendas de ultramarinos, el Banco de España, las casas donde vivimos y, pongo por caso, los puestos de verdura... Todo es de Dios.
De esta peculiar manera, Benina trata de afrontar las palabras de su señora. Explica a través de la obra de Dios el por qué de su situación.
    Y la moneda, la indecente moneda, ¿de quién es?—preguntó con lastimero acento la señora—. Contéstame.
La señora trata de entender por qué Dios creó la moneda[1] que ha provocado tantas desdichas y ha dejado en la miseria a tantas personas, incluidas ellas.
    También es de Dios, porque Dios hizo el oro y la plata... Los billetes, no sé... Pero también, también.
Benina justifica que si fue creada por Dios, que es benevolente, tiene una explicación justa, aunque ellas debido a su situación actual no puedan comprenderlo.
    Lo que yo digo, Nina, es que las cosas son del que las tiene... y las tiene todo el mundo menos nosotras...
Pese a las explicaciones aportadas por la protagonista, la señora sigue sin contentarse con éstas, ya que está demasiado cegada por sus propias necesidades.
¡Ea! date prisa, que siento debilidad. ¿En dónde me pusiste las medicinas?... Ya: están sobre la cómoda. Tomaré una papeleta de salicilato antes de comer... ¡Ay, qué trabajo me dan estas piernas! En vez de llevarme ellas a mí, tengo yo que tirar de ellas. (Levantándose con gran esfuerzo.) Mejor andaría yo con muletas.
Con estas palabras de la señora se puede comprobar que se trata de una mujer mayor enferma y débil, ya que las piernas  que le fallan y la necesidad de medicinas para diversos dolores lo corroboran. Además, precisa gran esfuerzo para moverse.
 ¿Pero has visto lo que hace Dios conmigo? ¡Si esto parece burla! Me ha enfermado de la vista, de las piernas, de la cabeza, de los riñones, de todo menos del estómago. Privándome de recursos, dispone que yo digiera como un buitre.
    Lo mismo hace conmigo. Pero yo no lo llevo a mal, señora. ¡Bendito sea el Señor, que nos da el bien más grande de nuestros cuerpos: el hambre santísima!
El autor de la obra nos vuelve a mostrar las diferencias y el contraste de ambos personajes; por un lado la cruel, fría y desagradable actitud de la señora, mientras que por otra parte, la actitud de Benina frente a la misma situación es dulce, considerada y afectuosa con Dios, ya que cree que éste les está haciendo pasar dichas penurias con un objetivo, no como la señora, quien piensa que éste lo hace por mera maldad y desconsideración.
Elaborado por Paula González Martínez 4º ESO A



[1] Moneda: metáfora que emplea el autor para referirse al dinero en conjunto.

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